Acerca de la literatura infantil y juvenil

Los tres mosqueteros

Hoy, 2 de abil, se festeja el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, una estupenda celebración que fomenta la lectura en edades tempranas. Sin embargo, hoy me ha surgido una duda: ¿qué entendemos por literatura infantil y juvenil? ¿Quién elige qué materiales deben leer los niños, y en base a qué? ¿Cómo se diseñan las franjas de edad para cada texto?

Es algo que me lleva persiguiendo desde hace tiempo: cuando escribía «Nilidiam», no podía considerarse juvenil porque había demasiada violencia (sólo una ciudad volando en pedazos a causa de explosivos colocados en su subsuelo, tampoco es para tanto);  cuando publiqué «La reina demonio del río Isis», ya no aparecía tanta violencia, pero sí una escena de sexo (sugerido, no explícito) sobre las baldosas de un templo, y un atlas de los besos del que se extraían diversos pasajes.

¿Eso lo invalida para nuestras jóvenes mentes? ¿«Es que nadie va a pensar en los niños»?

Creo que ciertamente me estoy volviendo un viejo insoportable. Ahora es cuando suelto esas batallitas que siempre empiezan con «En mis tiempos…».

En mis tiempos no había estas etiquetas por edades, que sin duda hacen todo más fácil. En mis tiempos había dos rombos en la televisión que significaban que tenías que acostarte. Nadie especificaba las lecturas por edades, y eso hizo posible que en mi época juvenil leyera «Watchmen», la obra completa de Robert E. Howard, bastantes libros de Michael Ende y de Gloria Fuertes, las novelas de aventuras de Julio Verne, «La isla del tesoro», «La república» de Platón, «El discurso del método» de Descartes, «Black Kiss» de Howard Chaykin, «Los tres mosqueteros», «Dark Knight Returns» y cuanto cómic de superhéroes cayera en mis manos. Dudo que la mitad de esta lista pudiera considerarse apto para los jóvenes de hoy en día. Ya hay muchos avisos en contra de la censura y autocensura en la literatura infantil y juvenil, no por mi parte, que soy un neófito, sino por parte de autores consagrados del género, como se puede ver en este enlace. Al mismo tiempo, otras fuentes alertan de graves problemas de incomprensión en las lecturas, lo que lleva a que no tenga sentido leer, el niño se frustra y acaba por aborrecer algo que le imponen sin saber si verdaderamente le gusta.

La lectura debe ser un placer. No entiendo a esa gente que se obliga a terminar un libro si le horroriza. El sadomaso es algo completamente ajeno a la literatura, al menos por mi parte (hay gente que lo cultiva con éxito, incluyendo algunas de mis amigas, pero yo no voy por ahí).

Entonces, ¿qué estamos celebrando hoy? ¿El etiquetado por sistema, para dejar tranquilas nuestras conciencias? ¿La creación de masas bienpensantes y nada transgresoras? ¿Es el triunfo del sistema aleccionador, que impide que ninguna voz se alce más que el resto, que bloquea lo diferente para formar mentes idénticas y nada problemáticas?

Desde luego, es que nadie piensa en los niños…

6 comentarios en “Acerca de la literatura infantil y juvenil

  1. Muy interesante tu artículo. Debe haber límites, pero hay que ser alfo cuidadoso. Últimamente esa tendencia a aplicar lo políticamente correcto sin ton ni son, esta exacerbando ese malestar que sientes, amén de crear generaciones sin carácter y entereza.

    Me gusta

      1. En efecto lo hará, forma parte… O es un requisito indiscutible para detentar el poder. Sea de buena o mala manera, la uniformidad permite o facilita el control del proceso de toma de decisión. Controlar eso, da más poder.

        No solo es la misión, es su deber como librepensador. Sin criterio no hay desarrollo.

        Y el criterios y el pensamiento libre se forma al ir contra los convencionalismos y más cuando son o tienen apariencia de tontos, como el buenismo o lo políticamente correcto que se ha implantado en la sociedad contemporánea

        Me gusta

  2. alucinajeblog

    Hola Gabriel. Leyendo tu artículo, no podía dejar de pensar en La canción secreta del mundo de José Antonio Cotrina. Es una novela juvenil (o no) de genero fantástico, oscura, fascinante, maravillosamente bien escrita, con violencia y sexo. Me pasé toda su lectura susurrando admirada “¡Qué cabrón!”. Cotrina se había saltado todas las normas de autocensura que nos ¿imponemos / imponen las editoriales? y, a pesar de ello o gracias a ello, le había quedado una obra alucinante (literalmente). Como todas las buenas novelas de no tiene edad de lector. ¿O acaso la tienen La historia interminable, Manolito Gafotas, La isla del tesoro, El principito, Alicia, Harry Potter, etc.? (Cotrina me debe una, le acabo de meter en el saco de los más grandes de la LIJ :))
    Saludos, Esperanza

    Me gusta

  3. Yo también formo parte de esa generación con sus cosas buenas y malas, porque por un lado podías leer esas novelas de asesinatos, pero también podían obligarte a leer otras obras «indispensables» que podían convertirse en un verdadero coñazo (al menos bajo la mirada de un niño pre-adolescente).
    Coincido contigo en que esto de la clasificación por edades está demasiado encorsetado…¿Con algún objetivo?, ¿alguien sale beneficiado?…

    Me gusta

Deja un comentario