El Grupo Artístico y Literario Pan de Trigo presenta en La Solana a los galardonados en su XXXIII Certamen Literario Nacional

La cultura exige dedicación y entrega, motivo por el que muchas revistas, certámenes y editoriales desaparecen a los pocos años —o incluso meses— de haberse puesto en marcha. Es maravilloso constatar la buena salud de la que goza el Grupo Artístico y Literario Pan de Trigo, que lleva desde 1989 fomentando la cultura en distintas vertientes: poesía, prosa, pintura, música o teatro. Si el año pasado se volcaron con la celebración de los 90 años del voto femenino en este país, y lo celebraron con las diversas representaciones de la obra Gracias, Clara Campoamor, en 2023 el tema ha sido el centenario de la muerte de Joaquín Sorolla, al que han querido homenajear de distintos modos.

El pasado sábado, 28 de octubre, tuvo lugar en La Solana la entrega de premios del XXXIII Certamen Literario Nacional, que incluía los premios de poesía y microrrelato. Los galardonados fueron:

Primer premio de poesía: Fernando Ugeda Calabuig por El último soneto.

Segundo premio de poesía: Miguel Ángel Carcelén Gandía por El eco de la desazón.

Premio de microrrelato: Faustino Lara Ibáñez por Elección.

El evento incluyó una demostración de pintura rápida, en la que cuatro autores rindieron homenaje a Sorolla desde su prisma personal —algo que me parece realmente increíble, eso de pintar un cuadro en algo menos de dos horas—. Y también la lectura de los relatos escritos por los miembros del Grupo, cada uno dedicado a un cuadro en concreto.

Resulta impresionante que algo así exista hoy en día, que un grupo artístico siga llevando a cabo un certamen nacional más de treinta ediciones después, que el Ayuntamiento de La Solana y la Diputación de Ciudad Real muestren su apoyo directo, que la alcaldesa escriba un artículo para la revista número 71 y, sobre todo, que haya nuevos miembros, cada vez más jóvenes y con más ganas de hacer cosas. Personas como Gema Lara Ruiz–Santa Quiteria, que con catorce años se subió al escenario del auditorio a leer su relato dedicado al cuadro Retrato de la señor de Urcola con una mantilla negra, de Sorolla.

Mientras siga habiendo gente con sueños, mientras alguien se anime a compartir sus trabajos con los demás —prosa, poemas, cuadros o canciones—, la cultura seguirá siendo fuerte y todos como sociedad saldremos ganando.

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