«¡Por los dioses!», introducción

«¡POR LOS DIOSES!»

LA HISTORIA DE NILIDIA (RESUMIDA) A TRAVÉS DE SUS MITOS

 

 Por Allan Walker, periodista e historiador.

Publicada originalmente en The New York Times Magazine el 12 de enero de 1930.

 

A veces parece mentira que la nación de Nilidia siga en pie después de tanto tiempo. Cualquiera podría pensar que la fe de su gente debería haberse extinguido hace siglos, ahogada por tantos intentos de colonización. Y sin embargo ellos lo siguen intentando, día a día, aunque el espectador ajeno a sus circunstancias no entienda el porqué.

El borde sur del Mediterráneo siempre ha sido un lugar complicado. Argelia, Túnez, Nilidia y Libia resumen en sus costas algunas de las mejores historias de todos los tiempos. Piratas, sultanes, princesas enamoradas, rebeliones condenadas al fracaso, reyes cristianos, honorables caballeros y sangre, mucha sangre. Las guerras entre corsarios otomanos y caballeros de Malta llenaron los folletines del siglo pasado, continuados por las populares novelas de aventuras de autores como el italiano Emilio Salgari o yo mismo. El exotismo, el valor sin límites y el inevitable conflicto entre el bien y el mal han deleitado a lectores de todas las épocas, que ven en la costa nilidia un enclave fantástico para las andanzas de sus héroes. El triángulo amoroso entre el pirata Escila, la otomana Samia Urbán y el espadachín Alain Manard, más conocido como el Leopardo de las Nieves, ha sido materia de largas publicaciones en revistas del género, convertido en símbolo moderno del «amor cortés», el mismo que en la Edad Media proclamaban los trovadores. En el fondo la vida no ha cambiado tanto. Seguimos leyendo las mismas historias, porque en realidad seguimos siendo los mismos, siglo tras siglo, nación tras nación.

Un niño que se deleita con viajes maravillosos y acaba convertido en historiador, y él mismo viaja a Nilidia y cae perdidamente enamorado de su tierra, su gente, su pasado y sus enormes posibilidades de futuro, siempre a punto de conseguirlas y siempre distantes, como lo son todos los sueños que merecen la pena.

Valga esta breve crónica para rendir homenaje al niño lector que fui yo mismo hace ya tantos  años, para que en adelante haya muchos más niños lectores que disfruten con las historias de la bella, misteriosa y cautivadora nación de Nilidia.

«La perla del Mediterráneo», como la llamaban los otomanos. La dama que a todos rompe el corazón.

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