La semana pasada la ciudad de Vigo se volcó con Jules Verne, recordando que, según la novela «20.000 leguas de viaje submarino», el capitán Nemo entró en la ría de Vigo hace exactamente 150 años, para apropiarse de los tesoros que aún yacen en su fondo. Verne aprovechaba el pasaje para contar a sus lectores la batalla de Rande y declarar que la riqueza del capitán Nemo provenía del oro y la plata que rescataba de aquellos galeones hundidos.
Y la ciudad de Vigo se ha llenado de capitanes Nemo, de «Nautilus», de charlas, de rutas literarias y de un montón de proyectos de futuro. Han sido unos días sensacionales dedicados al genio de Nantes, que pretenden convertirse en tradición para los próximos años. Pueden consultarse algunos artículos relacionados con el evento en este enlace, este otro enlace, y este otro de aquí.
Y yo terminé la celebración montando en un moderno «Nautilus», donde un robot submarino llamado Nemo enseña la impresionante riqueza de la ría de Vigo, tanto en especies animales y vegetales como en restos de navíos que se hundieron en sus aguas. Nunca pensé que los cañones sepultados hace tres siglos pudieran distinguirse con tanta facilidad. El viaje es muy recomendable, tanto para expertos como aficionados, y toda la información se encuentra en la página web de la naviera Ocean Secrets.
La aventura no queda tan lejos. A veces no hace falta llegar hasta los Polos, como hizo el capitán Nemo, sino que el viaje más maravilloso puede encontrarse en tu propia ciudad.
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