El verano es la época ideal para disfrutar de una novela de aventuras. El hecho de tener más tiempo libre —y menos ganas de historias demasiado sesudas— convierten a esta época del año en la más idónea para esas tramas adictivas, esos héroes esforzados y esos finales de infarto. Así que vamos a hablar de unas cuantas novelas de aventuras que valen especialmente la pena.
Este año he comenzado una iniciativa muy interesante: «La recomendación de los lunes», que podéis seguir en redes sociales con el hashtag #larecomendaciondeloslunes. Así, cada comienzo de semana hablo de esas novelas de aventuras que me han marcado.
Este artículo es hijo de esas recomendaciones —pero un hijo bien avenido, nada de esos odios que había en «Falcon Crest»—.
Vayamos ya con la lista:
«Un día de cólera», de Arturo Pérez-Reverte. El 2 de mayo de 1808 se producía el famoso levantamiento que desembocó en la Guerra de la Independencia Española. Y en Vigo también celebramos una gran fiesta con motivo de la Reconquista. Así que, para empezar a hablar de novelas de aventuras, nada mejor que el libro que dedicó Pérez-Reverte a esta revuelta espontánea de hace 210 años. Y encima trae mapa detallado del Madrid de la época, con todos los acontecimientos.
«Luna Roja y Tiempo Cálido», de Herbert Kaufmann. Ésta es una de las mejores novelas de aventuras que he leído nunca, la encontré hace muy poco y me ha sorprendido una barbaridad. Kaufmann fue uno de los mayores conocedores del continente africano, pues convivió durante largos periodos con las tribus nómadas del Atlas, descubriendo sus costumbres, y eso lo plasmó después en novelas apasionantes, tiernas y profundas, que defienden a un pueblo del que aún nos falta mucho por saber. «Luna Roja y Tiempo Cálido» es la preciosa historia de amor entre el hijo de un noble y la hija de un sacerdote de baja cuna, y las batallas, peripecias y desengaños por los que tendrán que pasar. Una delicia de libro que incluye las fotografías que hizo el propio Kaufmann durante su viaje por el Sáhara, y que le sirvió para crear sus personajes. Además, tengo en casa una edición fantástica de Editorial Noguer, de 1960, que le añade valor al libro.
El 29 de abril Rafael Sabatini cumplió la friolera de 143 años. Así que por fin abordé su obra maestra: «Scaramouche», uno de los mayores clásicos en el género de capa y espada, que hizo mundialmente famoso a su autor. Después vendrían otras historias deliciosas, como «El halcón del mar» y «El Capitán Blood». Pero todo en la impresionante carrera literaria de Sabatini empezó con «Scaramouche». Y no me extraña, porque es una novela tremenda.
«Marie», de Mariola Díaz-Cano, la historia de un viaje por los Estados Unidos como el de las grandes aventuras: «1973. El Francés es un jugador y músico que acaba de salir de la cárcel. En la visita a un antiguo mentor y amigo conocerá a su sobrina, Marie Martin. Juntos emprenderán un viaje de este a oeste de Estados Unidos. Él por una penitencia y una venganza, ella para comenzar una vida nueva al lado de su hermana. Largos viajes en tren y automóvil pasando por Chicago, Denver o Salt Lake City, los llevarán a encuentros y desencuentros con amigos, enemigos y antiguos amantes. En medio, partidas de póker y más envites a ilusiones para llegar a su destino que quizás es un principio o un final definitivos. Pero ¿qué encontrarán realmente en ese viaje y con quién están jugando la partida más importante?». Una novela que quizá no se puede considerar puramente de aventuras (en toda lista hay que hacer una excepción), pero su pinta es tan buena y su autora tan cercana y tan maja que no he podido resistirme. Yo ya recibí al Francés en Vigo.
«En guerra con los berberiscos», un maravilloso tratado histórico de Juan Laborda Barceló. Conseguí que mi chica me regalara este libro por mi santo, después de leer sobre él en la página de Fran Zabaleta, y ha merecido muchísimo la pena. Laborda Barceló trata absolutamente todos los aspectos relacionados con el enfrentamiento entre los Austrias y los sultanes otomanos al comienzo de la Edad Moderna: los presidios, las islas, batallas clave como la de los Gelves o Argel, y momentos significativos como Lepanto. Y encima lo hace con una amenidad tan tremenda que consigue que la Historia se vuelva más apasionante todavía de lo que ya era. Un libro fundamental para cualquier escritor de cuestiones históricas, por supuesto, pero además para cualquiera que disfrute leyendo, porque se disfruta, y mucho (eso sí, las pastas de chocolate no soportaron mis múltiples intentos de hacer una foto decente. Juro que al principio había más pastas, pero cada nuevo intento de foto supuso una pasta menos y un capítulo más, y así ha quedado el asunto. Soy humano).
«El arquitecto y el emperador de Arabia», de Joan Manuel Gisbert. Este libro es una auténtica joya, una maravillosa fábula sobre los abusos de los poderosos y la verdadera fuerza de los soñadores. Iskandar, el mejor arquitecto del mundo, recibe el encargo de construir un Jardín Monumental, que será su obra más famosa y hará que el emperador sea recordado por siempre. Aunque puede que este sueño de grandeza traiga consigo el desastre, el horror y la locura a Iskandar, como bien le cuenta Zoz, el adivino que recorre los caminos de Arabia. El final de esta historia es tan brillante que no he sido capaz de soltar el libro hasta conocerlo, y sólo me ha durado unos días. Joan Manuel Gisbert es uno de los grandes genios de la literatura en castellano, y lleva 37 años siéndolo, gracias a novelas perfectas como ésta.
«El galáctico, pirático y alienígena viaje de mi padre» es una fábula desmadrada llena de diversión, paradojas temporales, dinosaurios, piratas, un globo aerostático, un volcán en erupción y una botella de leche. Neil Gaiman demuestra que, a pesar de lo que cree la gente, es muy difícil escribir un buen libro para niños.
Y las ilustraciones de Skottie Young son tan deliciosas que convierten el libro es una joya.
«Cuentos para jugar», de Gianni Rodari. Este libro es una genialidad como pocas: veinte cuentos, cada uno con tres finales posibles, y tú eliges cuál prefieres. Al final del libro, el autor explica cuál es su final favorito de cada cuento y por qué, dejando claro que sólo es una opinión, que en ningún caso vale más que cualquier otra. De este modo, Rodari destroza la clásica relación entre escritor y lectores (el primero crea algo de forma activa y los otros lo reciben de forma pasiva, sin poder interactuar). Aquí el lector se convierte a su vez en creador, decidiendo cómo quiere que acabe la historia. Pero además, Rodari se pasó años recorriendo colegios de Italia, leyendo en alto sus cuentos y escuchando las opiniones de los niños. Así, la lectura también deja de ser un acto privado y se convierte en público, comunitario, compartido. Y encima los cuentos son preciosos. Gianni Rodari fue uno de los mayores genios de la literatura infantil y juvenil, y de la pedagogía. Defendía la estimulación de la imaginación como forma de educar en sociedad, y sus cuentos son ejemplos del uso desatado de esa imaginación. Su libro «Gramática de la fantasía» es un tratado fundamental sobre creación literaria y pedagogía.
«El astrólogo y el sultán» es una preciosa historia sobre un sabio veneciano en plena Edad Moderna que resulta capturado por piratas otomanos y conducido como esclavo a Estambul. Allí conocerá al sultán niño y a su madre, e intentará volver a casa mientras defiende su ciencia. Ésta es la historia del comienzo de una época nueva, dejando atrás las supersticiones y apostando por un saber auténtico. En la edición posterior, este libro fue publicado como «El castillo blanco» (traduccion literal del título en inglés: «The white castle»). Mi edición es la de RBA, de 2001.
Orhan Pamuk es un autor comprometido con su país y obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 2006.
Cada vez que tengo ocasión, venga a cuento o no, recomiendo leer «Rebelión en la granja». Marcado por sus experiencias en la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial, George Orwell se convirtió en uno de los mayores denunciantes de los totalitarismos del mundo, igual en este libro que en «1984». «Rebelión en la granja» es una parábola acerca de un supuesto levantamiento contra los humanos por parte de los animales de una granja, cuyo final supone una de las mejores historias acerca de la corrupción de los sueños. Tanto es así que hay muchos países donde este libro es de lectura obligatoria en las escuelas, para que algo así no se repita en el futuro.
Haciendo caso al gran Fran Zabaleta, que lo comentó en su bloc, me traje a casa «A través del desierto», de Karl May (Reino de Cordelia, 2017). Éste es el primer volumen de la extensa saga de aventuras del viajero Kara Ben Nemsi, que recorrió a lo largo de 24 novelas los parajes más maravillosos de las naciones islámicas de su tiempo, persiguiendo a forajidos, liberando a inocentes secuestrados y enfrentando amenazas de todo tipo, siempre acompañado por su fiel criado Hachi Halef Omar. Hay pocos autores más increíbles que Karl May, cuyas novelas son la mejor elección para el verano, igual que Stevenson o Salgari. Reino de Cordelia ha editado en este volumen las primeras cuatro novelas de la serie: «El rastro perdido», «Los piratas del Mar Rojo», «Los ladrones del desierto» y «Los adoradores del diablo», con una nueva traducción del alemán original a cargo de José Fernández Bueno. Y ya hay un segundo volumen en el mercado, «A través del salvaje Kurdistán», que caerá algún día. La reproducción de un trabuco antiguo es mía.
Como siempre procuro hacer caso de los libros que les gustan a mis personas de confianza, traigo uno que le ha encantado a mi perrita Lana, hasta el punto que, si no le llego a parar las patas, lo devora de una sentada. Y no me extraña. «La sombra del águila» es una estupenda novela corta de Arturo Pérez-Reverte basada en un hecho real que ocurrió en 1812 durante la campaña en Rusia de Napoleón, y que protagonizaron unos cuantos prisioneros españoles. La confusión por sus actos fue tan grande que, en cierta medida, cambiaron la Historia. Eso sí, Pérez-Reverte toma los hechos como base para crear una novela divertida, burlona y canalla, con ese estilo desenfadado que también utilizara en «Jodía Pavía». Aunque reconozco que me pareció mucho más propio en esta obra. Muy, muy disfrutable (no hace falta comérselo, prometido).
Este verano he estado leyendo muchos libros de Joan Manuel Gisbert, entre ellos esta «El último enigma», una apasionante aventura acerca de un chaval implicado en una compleja trama acerca de un enigma y una hermandad secreta que intenta descifrarlo, con la Inquisición metida en el medio, en el Flandes del siglo XVI. Tan increíble que no he tardado más que tres días de playa en leerlo. Se nota que ha venido el buen tiempo, como demuestra que hasta el libro está tomando el sol.
Carlos Puerto es un veterano guionista de televisión —conocido por su trabajo en programas como «Barrio Sésamo» y «Los mundos de Yupi»—, y un prolífico escritor de literatura infantil y juvenil. «Un pingüino en el desierto» es una preciosa novela infantil que cuenta el pasado y el presente del país de Túnez. Aventura, exotismo y divulgación.
¿Y bien? ¿Qué os parece?
¿Cuántas de éstas habéis leído, y qué otras novelas pondríais en la lista?
Más novelas de verano, aventuras y recomendaciones en este enlace.
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