Reseñas aventureras: «The barbarian king: La espada rota», de Rosi, Landi, Panciroli, De Luca, Bragalini e Imbrauglio

Hay personajes que trascienden a sus propios creadores y se vuelven patrimonio de todos. Solo le ha ocurrido a unos pocos, pero logran convertirse en valores absolutos, más allá del medio en el que nacieron y de cualquier época concreta. Sherlock Holmes, Tarzán, Superman o Conan son ejemplos de esta curiosa situación.

El cimmerio fue creado por el escritor americano Robert E. Howard en el relato «El fénix en la espada», publicado en el número correspondiente a diciembre de 1932 de la revista Weird Tales. Pero su verdadera fama universal llegó a partir de los años 70, cuando Roy Thomas y Barry Windsor–Smith iniciaron una serie de comics basada en sus aventuras. Desde ese momento, Conan ha aparecido en cómic de manera ininterrumpida, con los lápices de grandes genios como John Buscema, Ernie Chan, Gil Kane o Cary Nord, y magníficos guionistas como el propio Thomas o Kurt Busiek. Cinco décadas de historietas de un nivel de calidad impresionante. ¿Queda algo por contar de las andanzas del bárbaro más famoso de la Edad Hiboria? ¿Y habrá algún loco dispuesto a asumir el reto de medirse con nombres semejantes?

Karras Comics ha iniciado la publicación de «The barbarian king», una serie revolucionaria por muchos motivos: es un Conan clásico, que se cimenta directamente en los relatos de Howard —en concreto, en «La torre del elefante», una de sus mejores historias y de las adaptadas al cómic con más frecuencia—; pero a la vez es rompedor, original y salvaje. El protagonista se aleja de los estándares establecidos por Buscema y es más duro, más feo y con más cicatrices, consecuencia de años luchando en los lugares más terribles. Las imágenes son más crudas, sin las limitaciones que impuso en su momento la censura, y abundan la sangre, los desnudos y la crueldad explícita. El dibujo es respetuoso con el clasicismo de la fantasía heroica y también experimental, sobre todo en las páginas dedicadas al brujo Yara. El cimmerio es un bárbaro de pleno derecho, pero su corte en Aquilonia también es un poco más brutal de lo que estamos acostumbrados a ver, con unas escenas bastante más sucias, más oscuras y más tenebrosas que en otras ocasiones. Y en el fondo parece muy adecuado, ya que estamos hablando de una civilización prehumana, erigida sobre la crudeza de las armas y el salvajismo de sus caballeros.

La historia es un derroche de aventuras: Conan ha alcanzado la tranquilidad como rey de Aquilonia, pero un viejo enemigo al que derrotó al comienzo de su vida como ladrón, el brujo Yara, regresa después de permanecer atrapado durante décadas en otra dimensión, y lo hace con un poder casi infinito. El bárbaro tendrá que enfrentarse al mal, el horror y la locura, lejos de la seguridad de su corte. Y esto no ha hecho más que empezar.

Los guionistas Massimo Rosi y Alessio Landi; los dibujantes Luca Panciroli, Federico de Luca y Alessandro Bragalini; y el colorista Marco Antonio Imbrauglio; con la labor inestimable de El Torres como adaptador de diálogos y la edición de Cristina Carrasco, la rotulación de Monkey Typers y el trabajo de Lucrezia Benvenuti en los logos y el diseño; asumen un tremendo desafío: producir un Conan nuevo para unos tiempos distintos, respetuoso y al mismo tiempo innovador.

Ya no estamos en 1932, ni el personaje nos llega desde una revista pulp americana. «The barbarian king: La espada rota» es el primer volumen de un cómic magnífico, de pura fantasía heroica, que se disfruta igual si nunca has leído nada del personaje como si lo conoces de toda la vida, y tanto si eres un fan acérrimo de este género literario como si no entiendes lo más mínimo de hechiceros, dioses y torres enjoyadas. Es una delicia, un entretenimiento honesto con el lector, y constituye uno de esos pequeños tesoros en cualquier colección de comics, de los que recomiendas sin dudar cuando alguien te pregunta qué puede regalarle a un amigo o qué leer para pasar un buen rato.

Karras Comics está haciendo una labor maravillosa en la edición de comics de fantasía, ciencia ficción y terror, un empeño que, en tiempos como los que vivimos, se vuelve casi heroico y desde luego muy admirable. Con El Torres detrás —lo que ya es una garantía de buen hacer—, están demostrando que vale la pena apostar por ciertas historias, ciertos autores y cierta manera de editar.

«The barbarian king» es una gran serie y su segundo volumen está ahora mismo en preventa. No hace falta decir nada más.

Otras historias de sangre y desnudos, otros bárbaros y hechiceros malignos, y otras locuras semejantes (o no), en este enlace.