
Este pasado sábado, día 19 de febrero, tuvo lugar en Vigo un evento fundamental para cualquier enamorado de las novelas de aventuras: el homenaje a la entrada del capitán Nemo en la ría de Vigo.
Como te cuento en este artículo, Vigo es una ciudad plenamente verniana. En el capítulo octavo de la segunda parte de la novela Veinte leguas de viaje submarino, Jules Verne plantea que la principal fuente de riqueza del capitán Nemo es el tesoro hundido en la ría de Vigo, por lo que cada año realiza un viaje para obtener nuevos fondos gracias a su submarino Nautilus. Se interna en secreto en la ría y, con toda comodidad, sus buzos rescatan los cofres llenos de monedas y objetos de valor, con los que sufraga su modo de vida.
De paso, durante ese capítulo Verne hace alarde de sus conocimientos históricos y pone en boca de Nemo una larga disertación acerca de la batalla de Rande y las causas históricas que la motivaron, así como acerca de las diversas campañas que se han llevado a cabo a lo largo de los años para tratar de recuperar los tesoros hundidos. El autor se hace eco de los nuevos modelos de escafandra y de respiradores que se estaban empleando en esa época en un nuevo intento de rescate de los galeones y los pone al uso de los empleados del Nautilus, marineros experimentados y piratas al mismo tiempo.
Por estas cuestiones de divulgación científica, Jules Verne está considerado el padre de la ciencia–ficción, sobre todo en su vertiente de ficción especulativa, pero también en cuanto a crítica social, por cuanto advierte de los peligros a los que se enfrentará el mundo en caso de que tecnologías tan avanzadas caigan en malas manos. El capitán Nemo es un revolucionario, un rebelde, pero también un soñador y un genio. ¿El mundo necesita más gente como él o debería combatirlo?
Por su parte, Vigo reconoce su influencia verniana y homenajea al escritor con dos estatuas muy significativas: una en el Náutico ⸺donde Verne aparece montado sobre un pulpo gigante como el de la novela⸺ y en plena ría ⸺con un monumento muy curioso que, con la bajada de la marea, muestra a los propios buzos del capitán Nemo⸺.
Pero, además, desde 2012 existe la Sociedade Jules Verne de Vigo, que pretende dar valor a las raíces vernianas de la ciudad, hermanada con Nantes, cuna del escritor. A tal fin, este grupo de intelectuales y amantes de las novelas ha desarrollado diversos proyectos de generalización de la obra y en especial de 20.000 leguas de viaje submarino. El evento más importante es el homenaje al capitán Nemo cada 18 de febrero con motivo de su entrada en la ría de Vigo. Miembros de la Sociedade y admiradores de Verne en general se reúnen cada año frente a su estatua del Náutico y leen de manera conjunta el famoso capítulo octavo. Puedes leer un artículo sobre este acontecimiento en la propia web de la SJVV, que te enlazo aquí.
Este año, el acto se ha llevado a cabo el sábado 19 y yo mismo he tenido la fortuna de participar y leer un fragmento de la obra. Ha sido un orgullo para mí formar parte de algo tan hermoso e ilusionante. Verne ha sido clave en mi formación como persona y como escritor. Sus novelas me han enseñado valores, inquietudes y amor por la naturaleza. Sin ellas ⸺y sin el afán de mi padre para que leyera⸺, yo habría sido una persona mucho peor de lo que soy.
De modo que formar parte de algo como esto me parece cerrar un círculo de respeto y dignidad. Jules Verne se merece muchos homenajes y especialmente por parte de los vigueses ⸺también de los adoptivos⸺.

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